El sacerdote Licinio Refice, muy conocido y reconocido compositor visitó Euskadi, en particular  Bergara y otras localidades en 1950.

Era amigo de Romualdo Galdós, jesuita eibarrés y profesor de la Universidad Gregoriana de Roma. Esta amistad es la que explica la visita (quizás hubo más, no lo sé).

En Bergara asistió a un oficio en la Iglesia de la Compañía de María y se quedó muy sorprendido por el coro de la comunidad. Pidió ver a la directora del coro (Madre Piedad Gaztañaga), le felicitó, le regaló una batuta y le dijo que era el mejor coro de religiosas que había escuchado nunca, y que les mandaría un Stabat Mater escrito por él. La imagen titular de la iglesia era Nuestra Señora de la Soledad. Lógico el Stabat Mater.

Esta información me fue transmitida por las propias monjas hace ya muchos años.

Al tiempo recibieron esta partitura que lleva dos fechas, Marquina y Pátrica.

Entiendo que la empezó a escribir en Markina (en el colegio de la Vera Cruz?) y la terminó ya en Italia.

No hay duda que la partitura es autógrafa de Refice. Queda saber si en el archivo del compositor se conserva también otro ejemplar o incluso si se editó.

En Euskadi, se realizó una edición el año 1999, por parte de la editorial Duo Seraphin, con ocasión de la celebración de los 200 años de la Compañía de María de Bergara, que es la que se presenta aquí.