Descripción

Zeruetako Jaun aundiya – F. Sistiaga

FÉLIX SISTIAGA ALTUNA,

profesor de música, director y compositor, nació en San Sebastián el 14 de diciembre de 1896. A los ocho años empezó los estudios musicales en la Academia Municipal de Música de su ciudad natal, que a la sazón dirigía Bernardo Gabiola; le aleccionaron en solfeo los profesores Manuel Lechuga, Bonifacio Escobosa, Valentín Castellano y Secundino Esnaola, y le enseñó flautín Ignacio Gurruchaga, instrumento que dominó en tres años, al final de los cuales inició oboe con el nombrado Gurruchaga.

Ingresó como tiple en la Escolanía de la parroquia de San Vicente. Cursó piano y armonía con Germán Cendoya, Regino Ariz y Claudio Jáuregui. A los trece años tocaba en sextetos de cafés y era oboe solista en orquestas y teatros; a los diecisiete ocupó una plaza en la banda municipal.

En 1919 permaneció varios meses en Madrid para revalidar la carrera; completó piano y armonía con José González de la Oliva y Conrado del Campo, respectivamente, y se examinó en el Conservatorio de tres cursos de solfeo, ocho de piano y cuatro de armonía, aprobando todos ellos con las máximas calificaciones.

De regreso a San Sebastián, pasados algunos años, dejó de pertenecer a las orquestas —era siempre solicitado por los más destacados maestros concertadores (Ramón Usandizaga, Miguel Puri, Navarro, Espeitia…)— para dedicarse a la enseñanza, composición y a la plaza de la Banda Municipal, en la que en 1923 le encomendaron la subdirección y cuidado del archivo.

En 1935 llevó a cabo otra estancia en Madrid; preparó con Conrado del Campo la composición y con Emilio Vega instrumentación y transcripción para banda.

Domiciliado definitivamente en San Sebastián empezó a componer obras, principalmente para banda: Primicias,  obertura; Jota de concierto; Preludio fantasía,  etc.

En 1937 sucedió a Buenaventura Zapirain en los cargos de profesor y organista del Colegio Católico de Santa María (Marianistas) que desempeñó durante veintitrés años. Con destino a las fiestas religiosas y profanas de la Entidad escribió numerosas páginas sacras: La Huida a Egipto, Nazareth, Madre de Dios, La Visitación, etc., y producciones teatrales de carácter infantil: Estampas zoológicas, El cortijo de los rosales, Los enanitos del bosque, Cuento del abuelito,  etc.

Desempeñó una cátedra de solfeo en el Conservatorio Municipal de Música hasta el 30 de junio de 1967, en que se jubiló. En ese año le fue concedido el ingreso en la Orden de Alfonso X el Sabio, con la categoría de Encomienda, y el Ayuntamiento donostiarra le otorgó la Medalla de Plata de la Ciudad; con motivo de estas distinciones, a quien llevaba cincuenta años dedicado a la enseñanza, la Banda Municipal organizó un concierto con obras suyas y bajo su dirección, y la Orquesta de Cámara de Guipúzcoa, en Mayo de 1968, le deparó el estreno de Tres Bailes Antiguos (Gavota, Minueto y Giga), de sabor popular vasco.

Angel Sagardía Sagardía,

Musicos Vascos, Auñamendi